martes, 28 de septiembre de 2010

Pedid, y se os dará

Hace apenas unos días una persona a quien aprecio mucho me dijo, “Ya no voy a ir a la Iglesia, ya no quiero buscar de Dios. Porque me he cansado de pedirle cosas y nunca responde a mis peticiones”.

Estas palabras rompieron mi corazón, porque conozco mucho a esa persona y sé como Dios la bendice y en qué estado podría estar, sin embargo Dios nunca la ha dejado sufrir de más, pero la bendice en esos pequeños detalles de la vida que normalmente no tenemos en cuenta, y me dolió porque sé que yo mismo he estado en esa situación y noté como he hecho doler el corazón de Dios.

Como para que me entiendas un poco más te voy a dar un ejemplo, quizá tengas hijos o quizá conozcas a alguien que haya pasado por esta situación. Imagínate un padre que hace hasta lo imposible para que su hijo tenga un techo donde dormir, calzado y ropa para ponerse, que no le falte la comida todos los días, y un día ese hijo viene y le dice: “yo no te importo, vos no haces nada por mi”… hace falta describir el dolor en el corazón de ese padre?...

Entonces me preguntaba porque esta persona no sentía que Dios respondiera sus oraciones, lo cual me llevó a la Biblia.

Mateo 7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Hay algo clave en este pasaje, Pedid, y se os dará, suena sencillo. Lo pedís, lo tenés, como en los programas de radio o televisión, sin embargo también dice: Buscad, y hallareis; llamad, y se os abrirá. Está hablando de algo constante, de búsqueda de Dios. Pedid, Buscad, Llamad… Oración, pero no una oración sencilla de cinco minutos donde solo pedimos cosas a Dios como si Él estuviera obligado a dárnoslas, sino la Biblia diría Pedid, Pedid, Pedid… Está hablando de abrir nuestro corazón a Dios.

Está bien pedirle a Dios lo que deseamos en nuestro corazón, pero también debemos de buscar su presencia, llamar constantemente para que cuando le pidamos las cosas Él esté ahí para poder prestar especial atención cuando le hablamos, sino es como ese tío rico al que recurrimos cuando queremos algo y después no le preguntamos ni como está.

No, Dios es nuestro papá y obviamente Él quiere concedernos todos los deseos de nuestro corazón, que padre no lo quiere hacer.

Mateo 7:9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?

7:10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?

7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

Te repito, Dios nos quiere Bendecir, nos quiere Prosperar y darnos todo lo que deseamos en nuestro corazón. Pero también desea que lo busquemos en aquellos momentos donde todo está bien, le encanta que le contemos de nuestras victorias y que le digamos “sin vos, Papá no lo hubiese logrado”, incluso esos pequeños detalles de la vida, “sin vos, Papá hoy no me hubiese levantado, no hubiese tenido que ponerme, ni siquiera que comer, GRACIAS PAPÁ”.

Como asi también en los momentos difíciles, donde menos ganas tenemos de orar o de leer la Biblia, ahí también es bueno decirle a Dios “esto me está pasando, pero sé que no me vas a abandonar y me vas a sacar en victoria de esta situación”.

Cambiemos nuestra relación con Dios, aprendamos a amarlo por sobre todas las cosas, incluso sobre nosotros mismos, porque sin Él nada somos.

Autor: Germán Kuschinski

jueves, 23 de septiembre de 2010

Pecado, Perdon y Maldición

2 Samuel 11
2Sa 11:1 Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén.
2Sa 11:2 Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.
2Sa 11:3 Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo.
2Sa 11:4 Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa.
2Sa 11:5 Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta.

Al leer esta historia comprendía algo clave, David había enviado a Joab a la guerra mientras él descansaba en el palacio, y salió a caminar cuando vio a Betsabé, o sea, David no tenia nada que hacer, estaba en un tiempo de ocio, y es normalmente cuando nosotros mismos cometemos pecado, el tiempo mal utilizado, esos momentos donde no hacemos nada es normalmente cuando nuestra mente nos llena de pensamientos y… como no tenemos nada que hacer, jugamos con esos pensamientos hasta que terminamos pecando, tal y como le pasó a David.
Cuando David se entera de que Betsabé está encinta, decide mandar a llamar a su esposo, Urias heteo e intenta convencerlo de que goce de un banquete y pase la noche con su esposa, para asi tapar el error que había cometido, sin embargo David no contaba con que Urias tenía valores bien inculcados, y le respondió que él no podría disfrutar de un banquete y pasar la noche junto a su esposa mientras sus compatriotas y el arca del pacto estén peleando la batalla, y pasa la noche junto a los guardias, al día siguiente David hace banquete y lo invita a Urias heteo, y logra embriagarlo, pero para sorpresa del Rey, Urias aún tomado mantenía su dignidad, a lo cual David toma la siguiente decisión:
2Sa 11:14 Venida la mañana, escribió David a Joab una carta, la cual envió por mano de Urías.
2Sa 11:15 Y escribió en la carta, diciendo: Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera.

Esta orden fue cumplida por Joab llevando a la muerte a Urias, luego de esto Betsabé fue llamada y tomada como mujer de David, pero como sabemos nada se le escapa a DIOS y esto no le agrado…
Entonces Jehová envía al profeta Natan a hablar con David y le hace saber su enojo, todos conocemos la reacción de David, postrado en ese mismo instante le suplica a DIOS que lo perdone por su pecado.
¿DIOS lo perdonó? Pues claro que sí, DIOS perdonó su pecado, pero todo pecado trae maldición:

2Sa 12:11 Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol.
2Sa 12:12 Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol.
2Sa 12:13 Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.
2Sa 12:14 Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá.

David ayunó y suplicó por la vida de su hijo, sin embargo el hijo de David, producto de esta relación muere, y si seguimos la historia también se cumple la primera parte de la maldición, un hijo de David llamado Absalón se levanta contra su padre y le quita el reino y luego de escuchar a uno de sus consejeros mantiene relaciones con las concubinas de su padre en un lugar donde todo el pueblo de Israel lo supo.
Esta historia demuestra como muchas veces, contamos con el perdón de DIOS, con su gracia y misericordia, pero también cuando pecamos tenemos que ser consientes de que el pecado acarrea maldición, y que la decisión está en nosotros.
¿Acaso queremos un futuro lleno de maldiciones o de bendiciones? La decisión la tomamos hoy…

¿Vos que decisión vas a tomar?